Rafael Serrano


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Jacko

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Pablo Estrada
Wílmer Echeverry
José Ricardo Sánchez

Bio/biblio

(Bogotá, 1970)

El autor es comunicador social – periodista de la Universidad Central y candidato a Magíster en Investigación de la misma institución y ejerce actualmente como realizador radial de programas especializados en “World Music” y Jazz en la Emisora de la Universidad Nacional de Colombia.

Su tésis titulada EN EL CORAZÓN DEL UNDERGROUND (1995) es una crónica histórica y novelada alrededor de las culturas juveniles y el rock en Bogotá; recientemente fue laureada y su publicación está propuesta ante la UNAM de México para su próxima publicación.

Realizó estudios de formación musical en la Escuela de la Orquesta Sinfónica Juvenil. Aprendió los rudimentos técnicos del bajo eléctrico con los Maestros Diego Marín (U.Central), Luis Fernando Medina (bajista de planta en el canal Univisión de Fort Lauderdale en Florida) con el Maestro Dionisio Taboada y actualmente adelanta estudios de contrabajo con el Maestro Mauricio Sichacá.

Perteneció a los talleres de poesía de la Casa de Poesía José Asunción Silva en 1986 y 1988, bajo la dirección de los poetas Juan Manuel Roca y Jotamario Arbeláez, respectivamente.

En 1988 fue finalista del premio nacional de poesía “Mejor Poema: Bogotá, 450 años” convocado por CARACOL y Casa de Poesía Silva. En 1994 fue Premio Nacional de Poesía Universidad del Norte (Barranquilla) y en 2005 Premio Nacional “Poetas contra la Guerra” (Bogotá)

Realizó estudios de fotografía profesional en la Universidad Nacional.

Ha sido conferencista y tallerista con temas como literatura moderna, historia del jazz, filosofías del underground e historia del blues, para centros culturales, colegios y universidades de la capital y de algunas ciudades del país.

Hasta el 2002 fue colaborador del programa radial “Libros y Letras” y “Hojas de Jazz” en la 99.1 FM de la Radiodifusora Nacional de Colombia. Desde el 2005 – como ya se anotó - es Realizador Radial de la 98.5 FM de U.N. Radio, emisora de la Universidad Nacional de Colombia. Sus programas son OTRAS LATITUDES sobre música y cultura del continente africano y TRÁNSITOS Y TRANSICIONES sobre música popular contemporánea como Soul, Funk o Acid Jazz y JAZZ LA HORA sobre el Jazz de todos los tiempos.

Fue editor de la Revista de Poesía ULRIKA; y asiduo colaborador de la revista de estudios sociales de la Universidad Central NÓMADAS (de circulación en América Latina) y ha sido referenciado en diferentes medios de comunicación como el diario “El Espectador”, “El Tiempo”, “La Prensa”, o revistas de poesía como PUESTO DE COMBATE y GOLPE DE DADOS y en programas de la radio y la televisión cultural colombiana, como la serie “Poetas Colombianos” o el documental “Poetas de Ayer y Hoy”.

Aparece en el directorio de poetas colombianos reunido por el maestro Rogelio Echavarría y titulado Quién es quién en la poesía colombiana, en la antología de poetas colombianos de la Mississippi University hecha por el poeta Juan Carlos Galeano y en la antología de poemas de vampiros y murciélagos El vuelo diabólico del poeta Guillermo Martínez González, para la cual fue recopilador y traductor de algunos poemas.

Ahora mismo es editor de la página blog titulada DE FAUNA LITERARIA dedicada a la crónica periodística y literaria y se puede consultar en http//:www.defaunaliteraria.blogspot.com

Ha sido integrante de grupos literarios como “Generación del Nuevo Siglo” y fue miembro fundador del grupo literario al que José Luis Díaz-Granados denominó “Generación del 98”

Durante 10 años fue el líder y bajista de la agrupación de blues tradicional y jazz clásico ISIDORE DUCASSE JAZZ BLUES BAND con la cual produjo el disco compacto CIERRA LA PUERTA. Sus actuales ensambles musicales se denominan DES PASSIONAIRES de Música Étnica y MEDITATION de Jazz Moderno. En 1995 publicó su primer libro de poemas titulado FÁBRICA DE AGUJAS (Bogotá, Caballo Muerto Editores) y está listo Un libro de vampiros, libro virtual en la Web de próxima aparición.


POÉTICArium

Un goteo constante, una imagen insistente, una perpetuidad elevada, una búsqueda incansable, un pedaleo a contraviento, un beso de mujer, un mito que rueda en la colina, una digitación, una pulsación, un reverbero, una chispa, un yunque del que saltan ratones, un queso roquefort que golpea la cabeza del herrero, un ritornello, una coda quebrada en el vestíbulo, un mapa sin aliento, un cementerio de aves en el aire, una manzana inexistente sobre la cabeza de un hijo inexistente, una parodia, una colilla, un zumbido de ángel...¡una insinuación! ¡una evacuación! Un ritmo etérico para traer el horizonte a la orilla del oído.


Poemas

CALIGRAMA CON PERROS CALLEJEROS


Son dulces los juegos
de los perros callejeros
pero están a veces
apostados en garita de guardia
a la sombra del merodeador y su linterna sorda
o tras los costales
de quienes traen
aparejos
de los barrios muertos.

Pero son bellos sus ladridos
a los que adhieren su garganta,
su hocico dividido, su nariz perfecta,
los bigotes con los que tientan
a ciegas
la casa
de
su amo
y la vereda donde viven,
donde a veces hallan un pan duro,
una sopa trasnochada.

Son bellos
los juegos
de los perros
punzando cual lanceta
sus carnes a pellizcos
como flechas inocentes.

Y es su mundo a blanco y negro
una sonrisa de pianos
y toneles
para
seguir
la
pista
del trasunto
metafísico en la vida.

Husmean el paso de los que pasan,
de los que fueron
de los
que
hu
ye
ron,
de los
que ya no
están y en sus ojos
aparecen sus figuras desoladas,
confundidas y a la final inhabitadas.

Por eso ladran en la noche
como ranas con
dientes
pulidos,
pues
son (como se quiera)
de
otra
dimensión.

Muertos en la carretera
es triste verlos, de ojos abiertos
pero perdidos,
como casa
desolada
pues
su
alma
ha vuelto
a la puerta
donde no hay nadie.

Y sus ojos yacen pues hacia la estepa vueltos ¡tan vacíos!

::


Roer la dentadura

Tiene uno ganas de ir a sentarse con los amigos en la taberna
y reconciliarse con ellos
por que le han ultrajado
¿puede usted imaginarse esto?
Ir a darle el diente a quien lo ha retado a duelo
Y tiene réquiem pago en campanarios y en garitos.
Pero así son esos seres a quienes llaman poetas
Por que les ven fumando en pipa
O borrachos dando peligrosamente
tumbos entre calles y taxis de la madrugada.
Aprendimos a visitarlos en sus casas de arriendo,
A sacarlos de allí para beber en la tienda
A secundarles sus vicios de marihuana y coca,
A prestarles el hombro para que lloren como muñecas
E incluso a dejar que te roben tu mujer, tus libros
Pero nunca tus cuentas.
Se han vuelto ladrones de tu sombra.
Cuando tuviste empleo no fallaban
Pero ahora no te invitan a los eventos de cofradía
Ni a los cocteles de gratis libación
Que caen bien al desempleado.
No te dan una llamada, hablan mal de ti,
Se niegan en sus oficinas
Y ahora tampoco te publican en sus revistas.
Y si te ven en la calle, cambian de andén
O doblan en la esquina.
Tiene uno ganas de cualquier modo
De invitarles una vez más una cerveza y llevarles
Toda la dentadura,
Para que la roan.

::


LA POESÍA

En qué lugar maravilloso
-me pregunto-
la poesía florece como un monstruo multiforme
artrotípedo, fantástico.

Rasguño las piedras maceradas,
el pozo al final de la ladera
y la metamórfica de adrenalinas propias
o toxinas enviadas por ángeles de hastío
falsificadores del tedio autorizados
y veo el reflejo del Kubli – a – Kahn
sonriendo ante espejos de agua
y herraduras de plata
porque él es clown y verdugo al mismo tiempo.

Estoy de fugitivo

no salgo en los retratos de la marea
y si el fuego del mundo ha erosionado mi piel
es culpa de las mutaciones,
de las alteradas astrologías,
de mis muertos más queridos
y sus cabezas apiladas
cerca del alféizar
como ornato blanco para moscas
y tatuaje de ventiscas.

En qué lugar maravilloso
crece la planta unánime
-me pregunto-
que sobre la noche humana cae
como una colcha de piel
y secreto crimen
en el mundo.

::

Fernando Herrera



Mencionado por:

Ramón Cote Baraibar


Menciona a:

Elkin Restrepo

William Ospina
Rubén Darío Lotero
José Zuleta
Juan Felipe Robledo
Catalina González
Juan Manuel Roca
Santiago Mutis
Víctor Gaviria


Bio/biblio

Medellín, 1958. Ha publicado los siguientes libros de poesía: En la Posada del Mundo, Premio Nacional de Poesía Universidad de Antioquia 1985, La Casa Sosegada, Universidad Nacional de Colombia 1999 y Sanguinas, Ganador del VIII Concurso Nacional de Poesía Eduardo Cote Lamus 2002. Ganó una Beca de Creación de Colcultura en poesía en 1993. Fue ganador así mismo de una de las Residencias Artísticas Colombia-México otorgada por el Ministerio de cultura y el FONCA en el año 2004. Premio Nacional de Literatura 2007 - Poesía, otorgado por el Ministerio de Cultura de Colombia con Breviario de Santana, libro de próxima aparición en la Colección de Poesía de la Universidad Nacional de Colombia.
Ha sido publicista, editor de obra gráfica y de libros de artista y gestor cultural. Reseñista y comentarista de libros en revistas y periódicos especializados. Poemas suyos han aparecido en distintas revistas y antologías nacionales e internacionales.


Poética

"Este poeta, tan alerta a todo cuanto encuentra en su vida cotidiana y que en amorosa contemplación comparte a veces las vidas de los hombres de la calle, sus afanes, sus oficios, sus penumbras, se encierra también de pronto dentro de sí mismo con refrenada nostalgia de sus días pasados. La dicción explícita alterna entonces, más reservada, con un velado lirismo. Ello quiere decir que debemos acercarnos a esta poesía con el más cuidadoso fervor, atentos a cada diversa circunstancia." (Fernando Charry Lara)


Poemas


RUSSIAN RIVER

Sobre la verde lentitud del agua,
madurada por el drástico verano,
una hoja amarilla de sauce me revela
que ese sofocado paisaje
que huye y que se queda, es un río.
También sé, por la trucha que salta
a cazar un insecto, que el agua está viva
y que es misteriosa y clara,
y que lejos, muy lejos,
para que esto suceda,
se abrazan los astros.
Desnudo, tendido sobre la arena,
humildemente,
como otro animal cualquiera,
también yo festejo el verano.

::


LA MADERA

A veces pienso en la madera
En el instante en que esa vida se detuvo
Y ya no fue más árbol
Para ser mesa en mi casa

Extraña misteriosa mansa olorosa madera
Adorable bosque detenido
Fósil que dejó el viento
Para esta muerta servidumbre

Madera
Árbol amado y muerto
Bajo tu yugo obedecen los bueyes
Y agoniza un dios humilde

Madera
Bella hermana huérfana
De la piedra
Para que no extrañes
La voz de las aves
Elevo como estandartes mis canciones

Madera
Perdona al leñador y al carpintero
Sé benévola con aquel que te asesina
Anímate madera
Con este epitafio
Que te escribo
Con este lápiz de madera
Sobre este papel que también es de madera

::


MUCHACHA DE LA PESCADERÍA

Crujen astillándose al patinar
por el suelo desigual de la pescadería
los angulosos témpanos de hielo;
y la alegre muchacha que los impulsa,
cubierta con su peto de hule,
me mira sonriente abanicando
sus manos enrojecidas por el frío.

Se agita en medio de la barahúnda,
y luego, doblada sobre el balde de aguas turbias,
refriega con el cepillo de púas,
mojarras y lenguados;
y las escamas que saltan
coronan por un instante,
con un equívoco esplendor de abalorios,
su cofia enmugrecida.

Apresurada se interna en la bodega
de sábalos rígidos.
Vuelve,
cierra con energía
los macizos picaportes
trayendo algo de humo
bajo su delantal de frío.

Mientras atiende a los clientes,
sopla apartando los cadejos de pelo
que se deslizan en su cara,
la festiva muchacha de la pescadería.

Bella adolescente aterida,
¿Qué rostro acariciará en la noche
con sus manos olorosas a mares y a limón?
Y desnuda, en la penumbra,
¿Para quién sonreirán sus dientes,
como un cardumen luminoso,
en lo hondo de un cantil?

::


TU CUERPO

Ya ves
Es tan simple tu cuerpo
Es pálida y común
La piel que cubre tus huesos
Las diagonales clavículas
Las sabidas costillas paralelas
El vientre liso
Y la tensa herida original
El ombligo
Más abajo el áspero vello
Con su olor de mares repetidos
Las inhóspitas rodillas
Y los míseros tobillos
Que anticipan tus pies desconsolados

Ya ves
Es tan simple tu cuerpo
Pero a mis labios abrasados
Tu cuerpo es un templo encendido

::

Leandro Loaiza Largo



Mencionado por:


Flóbert Zapata

Menciona a:


Juan Manuel Castro
Alejandro Albán Álvarez
Fernando Clavijo
Jose Duván Castaño Cano
Adrián Pino Varón
Juan Sebastián Murillas Salgado



Bio/biblio



Filadelfia-Caldas, 1987. Licenciado en Lenguas Modernas y Literatura de la Universidad de Caldas. Autor de Poemosca (2009). Ha participado en las antologías 2017: Nueva poesía contemporánea (Milena Caserola, Argentina- 2010); El vacío como llenura (Corporación Cultural Sísifo-2010); y en la revista de poesía Luna Nueva (2011). Miembro del Centro de Escritores de Manizales. Publica en las páginas kadaberexquizito.blogspot.com y leoloaiza.wordpress.com

Enlaces recomendados por el autor:

www.lapipademagritte.blogspot.com
www.escritorescaldenses.blogspot.com
www.kadaberexquizito.blogspot.com
www.lyricaspecies.com
www.flobertzapata.blogspot.com


Poética


El poeta es un peligro para sí mismo, su poesía puede salvarlo o destruirlo, nunca se sabe bien si es esta un arma o un salvavidas. En momentos de crisis el poeta se ve a punto de morir ahogado, pero su poesía lo toma por el cuello con una fuerza increíble y lo rescata de las aguas. Cuando la poesía no se manifiesta y todo está en calma, el poeta presiente lo peor, ella espera pacientemente y viene a posarse sobre su cabeza como un cóndor que le entierra las uñas en la frente y lo hunde de nuevo en el oscuro ponto…



Poemas




*
Poco a poco
fue devorando
toda la torta,
primero a dedazos
de crema...
luego a puñados
que tragaba enteros,
y cuando al final
sólo quedaban
unas cuantas harinas,
pasó su lengua seca
hasta ampollarla
y romperse el plato
contra la cara.

Su única tranquilidad
fue saber
que el cuchillo
aún estaba limpio.

To Mr. George W. Bush

::


*
Cada día recuerdo
que mi falsa libertad
son sólo cuatro muros
de débil bahareque y cal.

Con un lápiz dibujo
las puertas y ventanas
por donde quiero escapar.

También dibujo aldabas,
candados y cerrojos.

Abrazan mis tobillos
cadenas de grafito.

::


*
Hemos cavado
unas zanjas en la tierra
todo alrededor
sólo con tres palas y una carreta.
Un metro cincuenta de hondo
y uno de ancho.
Se nos ha dicho que mañana
a la hora indicada
podremos saber
si son trincheras o fosas.

::

Ramón Cote Baraibar



Mencionado por:

Antonio María Flórez (En Las Afinidades Electivas - España)
Felipe Martínez Pinzón

Menciona a:

Jorge Cadavid
Fernando Herrera
William Ospina
Robinson Quintero
Felipe García Quintero
Juan Cameron (En Las Elecciones Afectivas - Chile)
Álvaro Salvador
Eduardo Chirinos (En Las Elecciones Afectivas - Perú)
María Baranda
Eduardo Hurtado
Eduardo Langagne
Álvaro Solís
Ernesto Román Orozco
Waldo Leyva


Bio/biblio

Ramón Cote Baraibar (Cúcuta,1963) es graduado en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid.

Ha publicado los libros de poesía Poemas para una fosa común (Madrid, 1984, Bogotá, 1985, Bogotá, 2005), Informe sobre el estado de los trenes en la antigua estación de delicias (Caracas, 1991), El confuso trazado de las fundaciones (Bogotá, 1992), Botella papel (Bogotá, 1999, 2006), Colección privada (Madrid, 2003), premio de poesía de la Casa de América de Madrid, y No todo es tuyo, Olvido, antología (Bogotá, 2007). En julio de 2008 se le ha concedido el XXIII Premio Unicaja de poesía por su libro Los fuegos obligados.

Además, es autor de Diez de ultramar (Madrid, 1992, 2007), antología de la joven poesía latinoamericana, del libro de cuentos Páginas de enmedio (Bogotá, 2002) y de la biografía Goya. El pincel de la sombra. (Bogotá, 2005). En mayo de 2006 se publicó su Antología esencial de la poesía colombiana del siglo XX en la editorial Visor de Poesía, en España. Recientemente ha aparecido su segundo libro de cuentos, Tres pisos más arriba (Bogotá, 2008)

Sus cuentos y poemas, así como sus artículos sobre arte y literatura han aparecido en diversas revistas nacionales e internacionales.


Es un decir (Poética)

De qué se trata entonces esto si no es para decir lo que la lengua no pudo, en blanco sobre letras negras, para escribir porque sí HOTEL MEDIODIA o URTICARIA y salvar la noche de su pérdida y permanecer vigilante.

De qué se trata entonces esto que me ocupa desde hace años si no es para defender como un pulpo expulsando tinta una posesión difusa, para construir con baldosas de color terracota un solar diminuto y seguir con la punta de los dedos las grietas que en los muros se bifurcan como rayos, como raíces; para trazar un círculo en la arena y comprobar al día siguiente su permanencia o su desaparición; para tenderle una trampa al tiempo y creer encarnar en la momentánea resurrección de estas palabras; para levantar altos acueductos por donde pase pura el agua de la memoria; para calcar a contraluz las batallas del sol; para dar la bienvenida a lo que no vuelve y despedir lo que llega; para ahuecar las manos y contener lo que los días dispersan, ordenar lo que sucede y se devora y nos distancia.

De qué se trata entonces esto de escarbar como un comején, ciegamente, verticalmente, esta inocencia de delegar a la alianza de unas sílabas la facultad de atrapar el fulgor del colibrí, de perseguir la entonación para un encantamiento, de convertir cada página en un palomar, de quitar el vaho a un espejo que quizás nos contemple, de peregrinar en busca de una temperatura.

De qué se trata entonces este montón de palabras que inician cada noche su travesía, esta linterna que ilumina qué, que defiende qué, que ordena qué, que arde en medio de qué, que recupera qué, que encuentra qué.

Dulce tiranía que da alas, tumba que a diario cavo más hondo, soledad que me protege, sublevación del trébol en busca de su cuarta hoja, ventana que mira, cepo que dejo oculto en el bosque. O también, no lo sé, promontorio cubierto de letras a la espera del viento y de la llama.


Poemas


NIDO DE LAS ÁGUILAS

Ya eras misteriosa desde entonces
y en los mapas antiguos te llamaban Lisabona.
En la distancia contaba tus siete colinas
como la Roma de los Césares, y me repetía
las historias de navegantes y tus leyendas de conquista.
A pesar de que nos separaba la inmensidad
del mar Atlántico, desde mi pupitre de colegio
acariciaba la curvatura del globo terráqueo,
jurando que algún día llegaría a tus orillas.

Tantas veces cortejada y celeste
apareciste ante mis ojos un día de verano
de 1984, cuando te vi desde el cuarto
del Nido de las Águilas,
un hotel angosto y suicida
que se santigua en el cerro de San Jorge
cada vez que amanece Lisboa.

Un mapa por años doblado y desdoblado
ardió de víspera y de espera
sobre miles de peldaños, ardió sobre las plazas,
sobre la constante pendiente
de sus calles, sobre su zozobra marina,
y lo arrojamos desde un puente
para que fuera el azar la única brújula que nos orientara.

Intento mirar los días desde entonces
como si estuviera desde una ventana del cuarto
del hotel del Nido de las Águilas,
viendo por primera vez cómo amanece
la fragante, la profunda, la ondulada
ciudad de Lisboa.

(DE “LOS FUEGOS OBLIGADOS”)

::


LUNA DE SEPTIEMBRE

Ahora que entra septiembre sin hacer ruido,
como si viniera descalzo de madrugada,
y vuelvo a ver su luna naciente alzarse en el cielo
afilada y vigilante, desenvainando sin violencia
tan nítidamente su metal
sobre todas las cosas y regiones de la tierra,
recuerdo mis súplicas desde una terraza
hace ya bastantes años, temeroso y solitario
pero al fin feliz,
rogándole al primer dios que me escuchara
que nunca terminaran sus días,
porque sabía que muy pronto llegaría octubre
con su costumbre de arrasar con todo.

Eran las únicas horas del año en las que la oscuridad
parecía estar de mi lado, y dejaba de llamarme huésped
para decirme habitante. Durante ese mes tenía en la terraza
un telescopio, montones de cervezas y sonaba como nunca
la voz de Billie Holliday,
hasta que reconocía en la garganta la llegada del amanecer
por su ardiente exhalación de magnolias,
y veía entre lágrimas las bandadas de golondrinas
fugarse de los aleros para estremecer a ráfagas
el aire frío de la mañana.


Por ausente que esté, por distante que permanezca,
cada año que pasa asisto puntual a la cita
con la más hermosa de las lunas, la luna de septiembre,
porque al mirarla nuevamente en la noche
su acero se vuelve a derretir con dulzura
dentro de mi boca, debajo de mi lengua,
y otra vez me invade ese extraño sosiego,
esa confianza que se convierte en fulgor, esa paz
que se hace luz, luz momentánea pero duradera,
como esas lámparas que los propietarios
en los largos meses de las vacaciones
dejan a propósito encendidas
para indicar a los posibles intrusos
que la casa vacía permanece habitada.

(DE “LOS FUEGOS OBLIGADOS)

::


CEREZAS & GRANIZO


A María Baranda

Todo sucedió en la primera semana de marzo
cuando por fin cayeron las cerezas.

Y no cayeron por maduras, por redondas, por rotundas,
cayeron por culpa del granizo y su inexplicable cólera.

Después de la tormenta, sobre la compacta blancura del parque,
empezaron a brotar, aquí y allá,

mínimas manchas de color púrpura,
como si fuera el vestido nupcial de una novia apuñalada.

Fue tanta la prohibición de febrero y la excesiva codicia
entre las altas ramas las que provocaron esa avalancha de niños

a quienes no les importó cortarse los labios con esa nieve de vidrio
con tal de poder reventar su piel entre los dientes.

Cuando pasados los años alguien les pregunte
por el definitivo sabor que los devuelve a la infancia,

no dudarán en decir que el sabor de las cerezas,
el sabor a venganza que tenían esas cerezas heladas,

y enseguida añadirán que todo sucedió un lejano marzo,
en su primera semana, después de una tormenta,

cuando el granizo del parque se fue tiñendo de rojo,
como después su vaho, como las puntas de sus dedos,

como también su memoria, desangrándose, ahora al recordarlo.

(DE “LOS FUEGOS OBLIGADOS”)

::

Flóbert Zapata



Mencionado por:

Antonio María Flórez
(En Las Afinidades Electivas - España)
Walther Espinal
Adrián Pino Varón
Lukas Gutiérrez Montoya

Menciona a:

Jorge Cadavid
Gustavo Adolfo Garcés
Leandro Loaiza Largo
Felipe Agudelo Hernández
Ibán de Jesús Alarcón
Pilar Martínez
Wadis Echeverri Correa


Bio/biblio

Nació en Filadelfia, Caldas, Colombia, en 1958. Es autor de los poemarios Copia del insecto, (1991); Después del colegio, (1994); Declaraciones, (1999); Ataúd tallado a mano, (2005); del volumen de ficción súbita La bestia danzante, (1995). Ha obtenido los siguientes reconocimientos: Universidad de Antioquia, 1993; Ciudad de Chiquinquirá, 1999; Antonio Llanos, 2001. Fue finalista del Premio de poesía del Ministerio de Cultura en las ediciones 1997, 2001 y 2002.


Enlaces recomendados por el autor:

http://musalevis.blogspot.com/


Poética

La poesía no cambia este mundo en que vivimos, cuyo centro es el dinero y con el cual tiene que ver lo mismo que el agua con el aceite, sino que propone otro. Señal de él son las creencias orientales centradas en el ser, no en la materia. Se trata de una política y una ética superiores, distantes de cualquier contingencia histórica, que buscan algo más osado que cambiar las circunstancias concretas y derivadas: transformar al hombre mismo.


Poemas


DE HOMBRES CANSADOS

Sólo háblanos vida esta noche
de hombres cansados.
De aquellos que tanto murieron
y están esperando.
De dientes que mascan sin ansia
la flor del cadalso.
De sueños que imitan con huesos
la estela de un barco.
Sólo háblanos vida de noches
en cuerpos humanos.
Sólo háblanos vida esta noche
de cómo nos has engañado.

::


VIDA

¿Si ya era calavera
por qué está ensangrentada?,
¿Por qué otra vez manchada
si la esperanza era?
Buscaba una bandera
sin saber qué buscar.
No pudiendo matar
ayer la primavera
ha escarbado la fiera
bajo la luz lunar.

::


DESDE COLOMBIA

Fue usted don Pablo Neruda
un poeta de los buenos.
Me conozco todo Chile
aunque nunca vi un chileno.

Todo cuanto sé del mundo
lo conocí de sus versos;
usted les daba su voz
pero los firmaba el pueblo.

Fue tanto su amor a Chile
que Chile lo va siguiendo.
Entrar en su geografía
es como entrar en su pecho.

En usted hallaba luz
todo lo que iba naciendo.
A Chile usted fue a nacer
pero su patria es el viento.

Sus versos están tan vivos
que sobran los monumentos.
Los del Canto General
ya nunca saldrán de adentro.

Que lento fue su llorar
cuando Allende estaba ardiendo.
Desde entonces la esperanza
rodó triste por los puertos.

Fusiles desde la tierra.
Bombarderos desde el cielo.
Callaron todos los pobres.
El cielo aun guarda silencio.

::

Jairo Alberto Pertuz



Mencionado por:

Eliana Andrea Reyes Barrera

Menciona a:

Ruth Juliana Duque

Bio/biblio

Jairo Alberto Pertuz Manjarrez nace en Santa Marta en 1986, reside en Pamplona (Norte de Santander) estudiante de Comunicación Social, vinculado a los procesos radiales de la Universidad de Pamplona.
Sus primeras creaciones literarias hacen parte del archivo para Promover la Difusión Lúdica del Derecho Internacional Humanitario en la Cruz Roja de la Juventud Colombiana, Seccional Magdalena.


Poética


En estos tiempos sigo buscandome, encontrándome tan adentro como una esquirla de carbón perdida en un pantanoso valle. Quizás antes escribia al sol, a la roja lagrima que cuelga del tejado, ahora no estoy seguro que sean estas palabras poesías, las presento quizás como un desahogo, un grito en el desbarrancadero y una resistencia que palidece, un "desdoble de la realidad" que nos es mayor cosa que afirmar esta grisasea existencia.


Poemas

Ahora que evito los espejos
- Porque rotos han venido a mutilar el tiempo -
He de sentir el temblor de tierra muerta.

Día Nueve

Antes podía cruzar la calle:
Y una onda inconciencia palidecía cuadra tras cuadra.

Ahora este olor de carnes frescas, interinas me persigue.
Cercándome el paso al íntimo escondrijo de los diez.

Trato de no advertirla mirándome a través de la ventana
Trato…por las noches de ausentarme en el cristal que fragmentó las memorias.

Luego me aparece como un sediento amanecer que agoniza.
Entre blancos desechos de espuma marina, de rastrojos serénales
Y un exquisito juego de cerezos: me hablo de amor.

::

Compilación tardía

Nadie ha podido querer a un hombre que se ha entregado
Que ha repartido carne al vil peso de una luciérnaga,

Oxidadas llaves que no han de abrir la puerta venturosa
Una colección de recuerdos rotos tejidos en collares bizantinos

Quiero hoy volver como el tiempo
Como la fría lagrima que cuelga en la ventana.
Al asomo cálido de una mujer al frente de su puerta

Ahora soy una angustia rellena de vacíos
Una espera plantada, que florece al borde del abismo.

::


Dosis de tintero

No he sabido hablar de mí,
Cada vez que escribo es aquel el que aparece
Y este que me nombra para nunca desaparecer.

Un impreciso sueño molecular
Dosis de almendro dormido en mitad de la calle.
Aquí, carnal imagen de retrasos sucios.

La tinta quizás no devore mi carne,
Es el suelo gris de mi memoria.
Convertida en paño donde hemos de soplar al viento.

Acunaré el vacío del bosque seco de tu vientre
Y sin temerle al llanto de mi axila inconsistente,
Seguiré aferrando las piedras con que tropezar mañana.

::

Hernán Vargascarreño



Mencionado por:

Miguel Méndez Camacho
Jader Rivera Monje
Patricia Iriarte


Menciona a:

Nora Carbonell
Monique Facuseh
Clemencia Tariffa (†)
Gabriel Ferrer


Bio/biblio

Hernán Vargascarreño, nació en Zapatoca, Colombia, en 1960. Poeta, editor y docente de literatura egresado de la Universidad Industrial de Santander. Dirige el sello editorial y la revista de poesía Exilio. Traductor de Emily Dickinson y Edgar Lee Masters. Premio Nacional de Poesía Antonio Llanos (Cali, 2000) y Premio Nacional de Poesía sin banderas, Casa de Poesía Silva (Bogotá, 2003). Autor de los libros de poesía Plural (1993), País íntimo (2003), Almenas del Tiempo (traducciones de Edgar Lee Masters, 2003) y ¿Quién mora en estas oscuridades? (traducciones de Emily Dickinson, 2007).


Poética

La poesía nos presta sus asombros, sus devaneos, las formas irrepetibles de una tarde, ese leve temblor de aquellos labios que hemos deseado en secreto, o cualquier otro deseo por fatuo que sea.

Algunos creen poseerla; ignoran que la poesía es hermana de la demencia; no se deja poseer; es ella quien posee, quien acoge.

Podemos ver a través de ella, pero no atravesarla. Su esencia no permite el otro lado, tampoco el de acá; no hay portones, pestillos, aldabas. No se entra o se sale de ella. Se está o no se está.

Momentáneamente puede ser un espejo. Pero ya. No da lugar a vanidades; solo a reconocimientos no muy alentadores. También es una sombra que pasa, o una luz, da lo mismo. Se piensa entonces en un espíritu o algo así; y hacemos bien en pensarlo. Para acercarse a ella hay que profesar actitudes místicas, demenciales o pasionarias. Quienes lo hacen están muy cerca; han tenido sus roces con sus bellezas y sus crueldades. La invitan a su mesa y ella acepta el pan y el vino. Pero no el pan y el vino en sí, sino la idea del trigo hecho alimento y la idea del licor hecho amistad y locura.

Y quien se resigne morirá lejos de su canto. Hemos de seguir intentando con la poesía, haciendo trueques con ella, intercambiando afectos, deshonras, nimiedades. Tal vez un día nos deje en casa un poco de su luz, o en la mano uno de sus talismanes, o en el pecho, una pócima de su dolor.


Poemas


Estancia

Quien aprende a amar
los altos muros de su casa,
los lamentos que allí persisten,
los perros ancianos y silenciosos
que se niegan a morir,
aquellos peldaños que ya nadie sube,
los ruidos de la cocina y el espectro
de la madre ofrendándonos el café
y su bendición,
le será fácil aceptar
–mas no comprender-
que esa, ya no es su casa,
sino los altos muros de su tumba.

::


Oficios contra la Poesía

Persuadir a cierto cuchillo
para que ignore el pan
y solo se ocupe de los enemigos.

Abrir los ojos de los muertos
que se resisten a ver
las vísceras del infierno.

Dirigir la flecha
al corazón del único guerrero
que podría liberar a su pueblo.

Desparramar sobre cierta palabra tierna
un olor pestilente y ocre
para que sea abandonada por los hombres.

Advertirle a un iluminado del mal
su secreta vocación para crear el Caos.

Pintar de verde pútrido
el rostro de los ahorcados.

Abrir las fauces del Terror
solo por capricho
de los dioses ignorados.

Provocar en un varón
–que desdeña la dicha por temor a su virilidad-
el Deseo acendrado en los labios de un muchacho.

Cimbrar el último estertor
en el bello ciervo
desangrado por los bellos tigres.

Purificar el lecho al que nunca podrán
llegar una pareja de amantes
que se consumen sin poder acariciarse.

Bruñir el odio mortal entre dos hermanos
para que al otro lado del Universo
renazca un dios perverso.

Cavar mi propia fosa
y morirme en los demás una y otra vez
sin poder abrazar mi propia muerte.

Venenoso Cicatero Retorcido y Malnacido
Amo de las miserias: ¿cuántos viles oficios más
tendremos que soportar contra la Poesía?

::


Heredad

No me que quedado solo;
estos huesos que son mi cuerpo,
que van y vienen de memoria
tamizando una sombra incierta,
son los huesos de mi madre, de mi padre.

Este guerrero hermoso que disipa
mis tinieblas y que aún se debate
y esplende dentro de mi sangre mientras
feralmente batalla contra mi hora más cobarde,
es el hijo mío que siempre me negué a tener.

Esta tarde que leo sus nubes juveniles,
las débiles sombras de sus árboles
y su sol que entra y me lacra suavemente,
es la misma tarde de toda la infancia
fulgurando sus preciosas revelaciones intactas.

Alrededor de esta mesa en la que ceno
acompañado de un poema de Montejo
-al que leo y releo en la mesa del poema-
aparecen en silencio mis cuatro hermanos,
ceñudos y viriles, en plena juventud,
protegiéndome de toda orfandad.

Y más adentro, como si nada,
latiendo desprevenido entre su nicho:
el Corazón horadando cauce.

Y mucho más adentro
retozando su libertad en sus prisiones:
la empecinada Alma que no abandona su poema.

No me he quedado solo, Heredad.
Algunos van conmigo y a otros los seduzco.

Pero a todos nos espera el mismo olvido,
el mismo abismo.

::

Jorge Schultz



Mencionado por:

Ómar García Ramírez

Menciona a:

Rubén Darío Mejía
Elías Mejía
Juan Ensuncho Bárcena

Bio/biblio


Nací en barranquilla. 1960. Soy bibliotecario de profesión y resido en la ciudad de Armenia, Quindío, desde hace 6 años. Tengo escrito en poesía "A puertas cerradas", "Cartas y postales" y "Palabras del durmiente". Actualemente trabajo en "Conversación con el chamán", poesía, un viaje por los mitos precolombinos. Poemas míos han aparecido en revistas Puesto de combate, Luna nueva, Libros y letras, Cascadas de polvo, entre otras. La Universidad del Atlántico publicó en su Revista de Estudios Literarios La Casa de Asterión, Palabras del Durmiente.
He participado en algunos concursos de poesía, y escribo también artículos de cultura y turismo.


Poética

La poesía también se come

El poema aún no escrito
es un tazón de donde extraigo
con palitos chinos las letras de mi sopa estética.

Si la miro detenidamente
la palabra cuelga de sus puntas como un
fideo aséptico.

Cada palabra es como una arveja.
Un mundo en la oscuridad diminuta
humeando bajo la lípida sombra de una costilla
en pesados amarillos.

La poesía despierta paladares con un bocado.
Es la REGLA.
En sabores
la palabra se rompe en su cadena en el lomo de mi lengua
y diga lo que diga
siempre me deja insatisfecho,
encalambrado,
a punto de salir
a darle otra vuelta a Colombia en canopy e indigesto,

Escribir y cocinar se parecen.
De alguna manera nativos
—olla y puño, pluma y tabla de picar verduras— de la constelación
de Géminis.

Para ojos
los dos oficios rescatan por un instante algo de la muerte.

Alguien en la floresta mató una CEBOLLA
alguien haló de la tierra por su cabellera
a una ACELGA que traía gritos en los ojos
alguien degolló un ternero en la niebla de la meseta
CUNDI-BOYACENCE
nadando en un chimichusi polinesio


Poemas

¿O poetita de Schultz

Soplaba el saxo y un relámpago de notas se elevaba.
Dejaba en el aire una pregunta.

¿Una canción es un rascacielos de notas
un edificio
un puente de sonidos?
Sí    pero es amargo no tener respuestas
sólo preguntas metálicas amasadas por los dedos.

Saxo Furioso quería quedarse allí para siempre
pataleando en el piso como un hindú dentro de su túnica
emboquillados los labios          aferrado a  su sonido mezcla
de oscuridad y brillo.
Soltaba notas sobre la gente que pasaba
ascendía por estas o aquellas doradas de oxigeno
de fusas estáticas y suspendidas en cerrado monólogo
antiguo sin memoria.

GUESS WHO miraba la quietud de su color
se preguntaba por su mágica urdimbre gaseosa.
A veces deseaba escuchar
la guillotina que pende en cada instante se derrumbara
sobre la vida y la abriera en dos
como a esas frutas estereofónicas
que crecían en la boca de su saxo.

Furioso oscuro como un astro
en notas de sol, de fa, de si y de corcheas
por si acaso.

Llueve sobre su calle                                                         sobre el saxo
sobre sombras negras de paraguas
llovía y la lluvia empapaba su pregunta.
Pese a todo murmuraba
Saxo loco no sabe ir de rodillas bajo paraguas
no decia                                 sálvame virgen de los saxofones
señora de la lluvia ampárame
prefería algo más real              más inocente
ponerse los guantes con un elefante por ejemplo
y le derribara con un golpe de llanuras africanas.
Quería levantarse a cornetazos y a laúdes con la vida
que de su siesta por la correa le sacaran de su funda
las cosas le miraran horrible y derramar sobre ellas
sus ojos de airado FONSAXO.
Le llevaran a puntapiés antes que perecer colgado en una vitrina
mudo el corazón
salir expulsado por las puertas batientes de un salón del oeste
vociferando bilis                              notas rotas por llaves y pistones
enarbolando preguntas por su campana a cada calle
a tayronas emparentándolo con flautas de millo
con maracas de semillas
de mariguanita
marca registrada.
¡Saxofón no se vende por nada del mundo!
¡Fon Saxo no es centauro de carga de nadie!

Bien respondía señor Saxo a cualquier llamado en una esquina;
le gritaban
¡Saxo Stradivarius! ¡Stradivarius Sexus!
¡Pequeño Saxo Gran Quindo del Caribe!
y él giraba con cuerpo de metal con nuca de émbolos y llaves en  los labios
con pájaro anidando en  el Rag time
sin emprenderla contra nadie
a no ser
por un par de melodías
tan MISAN- TROPICALMENTE
risotantes.

::


Amores violentos

                                           En principio se intuía el vacío.
                                                                           Cierta insatisfacción
                                                                           demasiada soledad
en cuerpo y alma.
                    Después
                    una muchacha
                    su rostro aleteaba por oficinas.

Delante de una computadora hicieron entonces las miradas
de ansia y los besos
el amor mirándose en espejos                en astros estallados en moteles;
salvados de quedar en posiciones pornográficas pero no
en la estela de vacío de la cámara de sexo.
Un cigarrillo humeaba en la penumbra.
Se hundían el uno en el otro laberínticos.
Se mordían
besaban con furia de dementes   
se ofendían.
soñaban pasar la vida y nadaban en medio de calles extranjeras.
Después   bailaron
al influjo de trombones y violines de Glen Miller junto al borde del CARIBE.
Luego la tristeza
tan polar pasó por los cuerpos.
Nada puede desunir
unir más a un hombre
a una mujer
que ir a la  P a t a g o n í a  juntos.
El olvido llenó de preguntas y migajas
los platos de la cena y los vasos.

Siempre es el amor que provee heridas
satura de puertas y memoria
el cuerpo asfixiante lucidez que extraña.
De vez en cuando piensa que le recuerdan.

Pensar a veces con dolor inquieto,
o con tristeza y con furor                        hasta con un poco de alegría
y ternura

eso sí, después, nunca antes
por qué de qué color
con qué pincel
con cuál paisaje podría omitirse
todo esto.

::


Pessoa uno

                                                                                       A quién seguir
                                                             si el día dobló en la esquina del
crepúsculo
y  la nube
                                        subió en busca de su sombra a la avenida.

Pintar al otro sin rasgos de este y madurar un racimo de poetas.
Éste, aquél
a cual QUELONIO cepillarle la melena.
A cada cual se le están anudando los zapatos.
De campos se abotona la camisa que Caeiro lleva puesta
Pessoa calienta la sopa a Caeiro que está bebiendo De campos.
De qué noche el sueño recurrente de la cueva del humo
A qué fecha hay que arrullar para vencerle el miedo
Qué rayo de luz despierta primero en la mañana
Qué mano sobaba otra costilla

El índice de Pessoa restregaba el ojo y aclaraba la mirada del cartógrafo
y emergía del lago de su cama  
La sabana es seria cuando te asomas en la URDIMBRE y te sabes
trama
                                                                                 cuando todo
se resumía a preguntar de parte de Ricardo
“quién de nosotros tiene caspa y nieva  hombros si Pessoa”

o si Pessoa ya nocturno acorazado de voces lusitanas
indagaba con los labios,
“Cuál fue el año de morir Ricardo
sí apenas mañana saldrá a patinar con Saramago
de casco y rodilleras por la Rua de Emenda,
o quién de nosotros sin percatarme ayer tarde me ha afeitado el bigotito

¡ay!
por dónde estuvo anoche Reis
que me siento como si la quilla de un balandro me hubiese golpeado la costilla”

De campos
frente a un espejo le ajusta vendas alrededor del tórax
a Pessoa.

::

Miguel Méndez Camacho



Mencionado por:

Federico Díaz-Granados

Menciona a:

Andrea Cote Botero
David Bonells
Hernán Vargascarreño
Lucía Estrada
Luz Mary Giraldo
Rómulo Bustos Aguirre
Elkin Restrepo


Bio/biblio

Doctor en Derecho Ciencias Sociales y Políticas Universidad Externado de Colombia, 1962
Periodista Profesional y Profesor Universitario.

Actualmente: Decano de la Facultad de Comunicación Social- Periodismo Universidad Externado de Colombia, desde 1991.

Publicaciones: "Los Golpes Ciegos" - "Papeles"- "Poemas de Entrecasa"- (Crónicas y reportajes) - Introducción al estudio de las Ideas políticas" (Ensayo) - "Perfil y Palote" (Articulos y ensayos) - Instrucciones para la Nostalgia" - poemas (Buenos Aires). 2003. Novela “Malena”. Editorial Alfaguara 2003. “La alegría de Escribir”. Selección de crónicas, reportajes y columnas periodísticas. Editorial Externado de Colombia. Febrero 2003. “Desencantos y Cantos”. Selección poética. Editorial Externado de Colombia. Febrero 2003. “La primera cosecha que dio pájaros.” Instituto Caro y Cuervo 2004. Pelé: De la favela a la gloria. Editorial Panamericana 2005. Antología, en la Colección viernes de poesía. Universidad Nacional de Colombia 2005.

Otras actividades: Presidente de AFACOM. Fundador del Concurso Universitario Nacional de Cuento Corto y Poesía de la Universidad Externado de Colombia, de los concursos nacionales de Poesía, Eduardo Cote Lamus, y de Cuento, Jorge Gaitán Durán.
Poeta de año del XII Festival internacional de poesía de Bogotá 2004.
Director de la Colección Cuadernos de cultura, del Instituto de cultura del Norte de Santander.
Director de la Colección Clásicos de la literatura Colombiana. 27 ediciones. Editorial de Colcutura.
Director de la Colección “Un libro por centavos” con un tiraje de 13.500 ejemplares que se distrubuyen gratuitamente con la Revista “El Malpensante”, con 40 autores publicados.


Poética

¿Por qué escribo?
Escribo por necesidad; si no escribo siento un desasosiego, una intranquilidad que se me calma cuando vuelvo a escribir. Me imagino que eso deben sentir los drogadictos.

También escribo por vanidad, porque pienso que las reflexiones que hago, las sensaciones que tengo, las imágenes que propongo, pueden servirle a otros que han disfrutado o padecido lo mismo que yo, pero no han podido o querido escribirlas.

Escribo también por terquedad, por vicio, para eludir la realidad hundiéndome en ella desde las palabras y para halagar y seducir a las mujeres que me gustan y de las que estoy encaprichándome. Por último, y quizá la razón más importante: escribo ¡porque me da la gana¡

¿Qué le suscita la palabra poesía?

En un espejo que sirve de ventana: nos permite mirar mientras nos vemos.

Tengo dificultades para diferenciar los géneros, El Principito, El Coronel no tiene quien le escriba, el Aleph, Pedro Páramo, son poemas. Y el Nocturno de Silva es una bella canción, una balada, un tango. El escritor es un torpe y vanidoso albañil que intenta inútilmente, construir un palacio con adobes y adverbios. Se presume que la prosa exige del lector menos complicidad, por tener una clave más fácil. El poema es cifrado, porque no dice sino que sugiere. Pero en últimas es el lector quien redondea el texto. La palabra sólo adquiere sentido cuando alguien la traduce y la hace suya. No hay paisajes sin ojos, sin oídos no hay música. Lo complicado de la palabra escrita es que es indefensable: no es válido pretender que el único mensaje fue el que enviamos, porque cada lector recibe el suyo.

Para resumir mis confusiones, los mejores poemas me los ha dado el cine. Don Agustín Lara es un poeta de quien se olvidan las antologías y una bella mujer es un poema. Pero pienso que la poesía es cotidiana y que la infancia, como nos lo enseñaron, es la única patria que tenemos. Asumo el erotismo como el aprendizaje de la muerte. El orgasmo es la única agonía memorable, porque es repetible.

Sin poesía, sin música, sin cine, sin paisaje, es decir sin compañía, podemos subsistir, pero jamás vivir.


Poemas


Escrito en la espalda de
un árbol

No recuerdo si el árbol daba frutos
o sombra,
sólo sé que dio pájaros.

Que era el centro del patio
y de la infancia.

Que en la madera fácil
tallé tu nombre encima
de un corazón flechado.

Y no recuerdo más:
tanto subió tu nombre con el árbol
que pudiste escaparte
en la primera cosecha que dio pájaros.

::


Kampeones

En la revista del colegio
una fotografía de treinta años atrás
donde estamos posando sudorosos
después de la victoria.
Todos tenemos un aire de grandeza
que hemos ido gastando :
El gallego Tomás
el pecoso Pedroza
el maracucho Antonio
que hizo un gol memorable
y ahora tiene
una casa de citas en Valencia.
El tatareto Vega
que era puntero izquierdo
y ahora juega a político
por el ala derecha.
Siboney el negrito centro-medio
Y Juan Ramón “Pocillo”
- porque tenía una oreja, solamente. -

Al respaldo con mi letra de entonces
una larga leyenda que comienza:
Campeones (con K)
el nombre y los apodos del equipo
los goles y su hazaña
- con fecha y hora -
de esa tarde de marzo
cuando fuimos
brevemente inmortales.

::


CONFESIÓN

Ando perdido
pero jubiloso.
Confieso que no sé
a dónde voy,
pero la alegría me delata:
todos saben
que vengo de tu cuerpo.

::


Recuérdame, desnuda

¿En qué bar estarás
dónde tu risa
suene más que la música?
¿Donde tu pelo sea
el rincón más oscuro de la fiesta
y tu escote
la ventana mejor iluminada?

Alguien ya sabe que eres impredecible
de la cintura para abajo,
hacia arriba te salva la sonrisa
y esa mirada ausente
como si no quisieras compañía.

¿A quién decidiste seducir?

Recuérdame, desnuda
y no olvides
que nadie sabe más de tu cuerpo
que mis manos.

::


Tristura

Las primeras señales del olvido
no son ritual de puertos o viajeros,
las ausencias
no requieren de adioses.
Los abandonos
no necesitan ceremonias.

Uno se va sin trenes
sin aviones,
uno se va sin barcos.
Uno se va.

::

Larry Mejía



Mencionado por:

Leonardo Lozano
Rodolfo Ramírez Soto


Menciona a:

Cabeto
(Pronto más...)

Nota del coordinador: Larry Mejía ha querido nombrar, sin ser colombianos, a poetas de otra nacionalidad, especialmente de Venezuela (en donde el proyecto LAE/LEA aún no se hace visible: Gonzalo Ramírez, Gonzalo Fragui, William Osuna, Santiago Acosta, Luis Alberto Angulo, Leonardo Ruiz, Ana María Oviedo, Carlos Ochoa, Rayen Kvyeh) y Argentina (Aldo Luis Novelli). Sea esta la oportunidad para que se geste en el país hermano... Vamos a ver cómo se lanza la bola al oriente...


Bio/biblio
Reseña o pretexto

No ha participado de ningún festival, ni ha sido invitado a congresos, simposios o conferencias, ni en el país y mucho menos afuera, colabora con diferentes revistas, pero ninguna le colabora publicándole, quisiera ser invitado al exterior para tener esa oportunidad que a veces les llega a los cubanos cuando salen en representaciones deportivas de su Habana, y así quedarse donde sea y no regresar a Colombia.

Ha sido finalista (entendido esto como que siempre está al final de todas las listas) de varios concursos literarios en el país, no ha publicado novelas de casi mil paginas, no es poeta ni traductor, ni intelectual, tampoco ha sido traducido, ni entendido, hubiera podido estudiar lengua castellana en la Universidad Distrital, en alguna de las tres veces en que se presentó, pero la maquina que lee el grafito no sabe de literatura, igualmente hubiera podido seguir estudios literarios en la Pontificia Universidad Javeriana, a la que se presentó en abril de 2007, pero las maquinas humanas que otorgan los cupos y entrevistan los extractos bancarios, consideraron que: "no tenía perfil para ser educado como literato".

Es miembro fundador del Negacionismo poético, con dicho grupo hizo algunas lecturas y demasiado silencio.

No ha sido tantas cosas que se dedica actualmente y por pura comodidad y negligencia, a escribir. Tiene 2 novelas escritas Hace frío y estoy lejos de casa y El demoledor de Babel. (inéditas por supuesto).

Poética

Usted me pregunta ¿Qué es poesía? Y ¿Cómo defino la tarea de escribir?, Así que desbandado me refulge el verso de Bequer, donde él, sucinto pero ilusorio, trató de resumir en el color de una pupila el universo que es esa la poesía.

Yo no le creo, ¿qué le voy a creer? Que Bequer ni que ocho cuartos, Mi Amigo Aldo Novelli dice en su Desierto: Escribir contra todo pronóstico. Eso se me hace más razonable.

Yo no sé que es poesía, ni como se hace para ser poeta; yo escribo contra mí y para dejar de hacerlo. Yo lo que siempre quise ser fue cocinero, porque los hombres solo tienen hambre, y cuando están llenos les da sed, y al rato les vuelve la voracidad.

Así que a mí lo que me importa es la receta. Un champiñón cortado así, un pimentón sofreído asá, una hoja de laurel por aquí, una hojita de cicuta por allá, unas lentejas con queso al vinagre, y ¿por qué no? Un postre carnal.

Lo importante es darle al pueblo su pan y su circo, el pan quisiera darlo yo, el circo que los den los famélicos poetas que bien pasan por artistas del hambre, como el de Franz, o los otros letrados pingajos que por fofos no desentonan con los paquidermos de las carpas, que hagan reír los poetas que a eso han venido al mundo, yo lo que quiero es ser cocinero.


Poemas


Rutina

Salí de casa en busca de un poema
¿Y qué me encuentro?
Una guerra.

Regresé a mi cuarto
¿Y qué me espera?
Una hoja.

Volví a la calle.
Ahí estaba la derrota.


Sin novedad regreso
Y ¡OH! Sorpresa
100 hojas.

Me estoy cansado de todo esto
Parado en mitad de la avenida
Donde apenas las cucarachas asoman la cabeza.

De regreso a casa
Prendo la luz del cuarto
Y ahí están mil hojas

Afuera aún las brasas ávidas
Devoran cuerpos.

 Entonces pienso
Que aquí los poemas
Y los muertos
Se multiplican por parejo.

::


Poema para poeta de domingo por la tarde

Prueba el efecto de resucitar...
Fito Páez

Es domingo en la tarde y siento ganas de morir
Profundas ganas
El domingo y el suicidio son lugares comunes
También las fosas
Pero es lo que siento ganas de morir
Insondables
Sibilinas
Así esté haciendo una hermosa tarde allá afuera
Así los niños corran a salvo de las balas
Por ahora
Así los novios en los parques
Se enciendan de pasión y helados
Así en la eucaristía el cura perdone los pecados
Y una buena noche de sueño permita resucitar los ánimos
Al que hacer semanal
Así pase lo que pase y lo peor es eso
Que no pasa
Y cuando pasa solo pasa
Y me deja solo como si no pasara nada
Así toquen a mi puerta los santos de los últimos días
Así venga Satanás a ofrecerme diez tequilas
Así y así y así
Voy repitiendo lugares comunes de presencias ausentes
Voy desgarrando en silencio mis pulmones
Con las rutas que me quedan voy escribiendo para nadie
En medio de mi cuarto y de un viaje
Voy subiéndole a la radio
"el camino está caliente"
Y nadie podrá sacarme de aquí de mis hojas y mis soledades
De mi vació y mi hermano de mi sol y mí que hacer
Es domingo en la tarde y siento ganas de morir
De cortarme las venas y no amanecer
De no redimir al milagro que no entiendo
De callar yéndome a la nada
La anestesia del mundo ya me hizo su trabajo
Quiero esta tarde irme entre mis libros
Entre los poemas que son puñales silenciosos
Que responden a la guerra
Confesiones de pecados no cometidos
Testamentos de bienes que no existen
Cartas sin remitente dirigidas al señor de los abismos
Además son lo más baratos
Además cuestan tanto
Además se olvidan y se hacen eternos
Quiero escaparme por sus hojas y caer
Caer
         Caer

                  Cayendo
Estertor y ansias de vacío
Agonía y la desidia a quedarse o a partir
Domingo en la tarde y poema para nadie
Los sábados aprendo algunas cosas
Pero ahora es domingo por la vida por la tarde y por la muerte
Mañana será otra noche y no importa que nombre tenga este tiempo para ser sincero hoy ya es martes
Dos días más han pasado desde que pensé sentarme a escribir para no morir
Es martes sí es martes esta semana aprendí que el tiempo es irrelevante
El domingo o la noche o la tarde o la tarde de la noche o la luna o el amor o el odio o el odio como el polvo enamorado el silencio o los discursos la corriente o la estación el asfalto o la vereda
Poco importa solo sentimientos lugares que confluyen en distintas tumbas
Nada importa es cualquier día y qué importa
Mis cenizas están esparcidas
Es domingo por la tarde o mentira de 14 de febrero
O martes 18 de marzo del año 2008 a las 7: 39 de la mañana
Bogotá Colombia Suramérica marca registrada de dolores exportados
Estoy parado en el capitel de este tiempo con la vida por delante
Y la muerte por todo lado presta a dispararme
A matarme de la angustia de saberme vivo
En este sin sentido
No es domingo
No es la tarde
Lo cierto es que los perros aprendieron a cruzar la calle
Y los hombres les enseñamos a suicidarse

::


En agosto por una fuerza inusitada
Escribo como por contrato mis intentos de poemas
Al mar que desconozco
Lo escucho rugir en las teclas de mi máquina
Y a fin de cuentas lo que escribo son recetas
Trozos de especias y trozos de carne
Palabras cortadas en julianas
Frases en grillé sofreídas en manteca
Largas raíces como hilos de cometas
Hervidas en el sudor de mis domingos
Es agosto de nuevo sobre el cielo bogotano
Ese cielo es el tapete donde tropiezo mis sueños
Es agosto de otroras y comidas que voy redactando
Para intentar abrirme algún apetito por la vida

::


Trasmigración

A Vicente Huidobro

Se llega a la lucidez
A través
De de muchas locuras
Cuando hasta para un milagro estamos viejos
Se llega por supuesto muy cansado
Mis sueños limitan al norte con el este
Y al sur conmigo mismo
Que pequeño soy
Aquí donde solo se habla la lengua de los muertos
Siempre debo regresar
Gran miedo...
Cuando llegue por fin
Estaré muerto
Solo a la muerte se va uno
Completo

::


Estrella Fugaz

                                                       .  .  .
                                                      
                                                      
::

Gabriel Fernando Mendoza




Mencionado por:

Fadir Delgado

Menciona a:

Édgar Hernández
Ivoneth Casas
Ricardo Pacheco


Bio/biblio

Nacido en Cartagena, el 14 de mayo del 85, estudiante de Humanidades de la Universidad del Atlántico, integrante del Grupo Literario Maskeletras (Semillero-Taller de Investigación y Creación Literaria adscrito al Grupo de Investigación Literaria del Caribe —GILKARÍ—, del Departamento de Idiomas, Facultad de Ciencias Humanas, Universidad del Atlántico).


Poética

En el ejercicio de la poesía se esconde más que el cansancio, un ansia incierta por llegar a horizontes visibles, ligeras aproximaciones que puedan menguar una inquietud existencial poco clara desde el principio, pudiera ser el encuentro fortuito de la palabra anónima con unas multitudes que no necesitan tanto para dejarse vivir.

En mi caso se trata (o por lo menos lo creo así) de llevar una cuenta de recuerdos y armar poco a poco una nostalgia imposible, lleno de imágenes citadinas opacas que deben retratar algo de la soledad que nos llega de todas partes. Puede parecer un poco simple pero la poesía no es pretenciosa y es precisamente esa negación lo que me hace intentar plasmarla.


Poemas

Memorias ficticias

Has buscado en otros alientos
lo extrañado donde entonces jugaban
las extintas inconciencias

y siguen lloviendo piedras
en los techos solitarios de las casas
en una ciudad que se pudre
sin mas hechizos cuando
ya se han roto los vidrios
y las virutas se desprenden
del lado de la ficción

buscas entretanto algún
despojo de compañía
que atestigüe la caída
de las piedras
pero tu no estas
y las piedras ignoran el
tiempo
que les costo caer

::


Vengador absurdo
Los escombros de mi vida
Se deslizan con la lluvia
Olvidando a Penélope


Llueve mi instinto asesino
sobre el lado más olvidado
de tu oscura vida
y en el claroscuro se sitúa
mi memoria de pájaro
que no cuenta los días

luego era tu sangre
confusión y melodía
que bañaba mi cuchillo
taciturno

y los muertos en las horas
caídas
y el sentimiento terreno
de abrirte los ojos
me devuelve a mi soledad
de ángel

hay un tiempo, un tiempo de
quemarse
en la desmedida sed
de desamparos divinos

::


Soliloquio nocturno

afuera, las palabras
pacientes como nieve
desconocida
sin la sombra que te finge
despacio
sombra inconstantemente muerta
por insonoras oscuridades
que esperan
tu cansancio
y que vuelvas sobre tus pasos
el fuego y el artificio
recuerda el azul
y las paredes soñadas, corroídas

aspira las palabras ahora
ofrece el pecado
y recibe la fabula ardiente y dulce
de las manos mojadas. Ebrias ingenuas.
Encarna tu historia inventada
y calles que gritan
su contradictoria intimidad
y que se disuelven en aromas
de los antiguos jardines

::

Foro 1


Flower Chucker, por Banksy

¿Cuál es el estado actual de la poesía colombiana?
(Sí, sabemos que la pregunta es amplia...)

Se admiten:

Aportes constructivos y que alimenten el sano debate.
Comentarios, ensayos académicos, pasionales, cortos, largos...

No se admiten:

Aportes destructivos.
Ataques alevosos, indiscriminados o personales; eso dejémoselo a los honorables congresistas, a los presidentes y los ex presidentes.
Anónimos (No es censura, es sentido común. La "justicia" sin rostro es tan "de los 90"...)

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Notas



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