Hellman Pardo



Mencionado por:

Jacko
Sergio Esteban Vélez

Menciona a:

Federico Díaz-Granados
Winston Morales Chavarro

Miller Guzmán



Bio/biblio

Nació en Bogotá en 1978. Ingeniero de profesión, ha transitado en la poesía desde edad temprana, asistiendo a talleres dictados por Federico Díaz-Granados y Jaime García Maffla. Finalista en 2007 del premio internacional de poesía breve, celebrado en Buenos Aires, Argentina, con la primera parte del libro, La humanidad de las cosas.
Publicó en 2008 el libro "La Tentación Inconclusa", Editorial Común Presencia, en el marco de la XXI Feria Internacional del libro de Bogotá
Autor del blog http://hellmanpardo.blogspot.com/


Poemas


LA CALLE

Sin decir nada todo me lo dices.
Dices, por ejemplo:
- Soy de roca y sudo a los hombres
En los días sin sombra y las noches sin pájaros.
Nadie llega a ninguna parte
Vuelcan por mis manos ese monóxido de sangre
Que les da la vida o quizá la muerte.
Se aman y se desaman por mis costillas amanecidas,
Se rompen y se mutilan.
Si esa es su naturaleza
Déjame seguir siendo esta piedra vencida por el tiempo.

Y digo, con estupor en el rostro:
- No te afanes, estoy de paso.

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MEDITACIÓN NOCTURNA
A Gabriel Celaya

Sin que desove aún mi carne sus difusas canas,
A los veinte años de mi vida,
Tan rutinarios
Y olvidados, y secos, y estériles,
A lo mejor para mi alivio inconcebibles e inconfesos,
Es mi moho, mi vaho,
El silencio de escabullirme como un lunático,
Tener a lo lejos creencias prosaicas
Y a lo cerca una lluvia insondable,
Tener nada y todo cuando en soledad se sufre.

Es mi sombra,
Esa sombra que se oculta en otra sombra,
Los ojos que no han visto, las palabras que no se han escrito,
Esta ausencia de socavar mis esperanzas,
Que mi cuerpo es un descuido y mi ser es una concha
Y el mundo siempre sordo.

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OLEAJE

Para qué callar
Tanto silencio arrepentido,
Tanto amor a la deriva.
Bajo qué movimiento esa pálida muerte
Llegará con sus arcabuces
A acariciarnos el alma.
Estas manos que aún esperan
Caminar ilesas por algún lejano cuerpo,
Quizá ese cuerpo,
Dónde irán a reposar de tajo.

Sombra,
Río que fluye desvelado,
Océano y lágrima,
Árbol de hojas blancas sobre un viejo páramo,
Ese oleaje es el amor de los hombres.

Para qué callar entonces
Tanto amor a la deriva,
Tanto río.

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2 Comentarios:

Jacko comentó sobre esta entrada, así...

Hellman, quizá "Oleaje" sea mi favorito; acude a la milenaria figura del agua, al río. Pero no para vacía nostalgia de literatos que hablan del agua, el río, la rosa el "azur", el "cielo infinito", la "aurora", sin que por un instante nos hagan verlos. En tu caso, todo está ahí. Acudes a la naturaleza sin tiempo, y sin embargo te leo moderno y urbano. Gracias y bienvenido a LAE/LEA.

Larry comentó sobre esta entrada, así...

¡Por Dios que cosa tan anodina! Costumbre inagotable de adornar una nada que decir. Un abuso de la palabra, una imagen hueca, algo de música en los entretelones de la palabrería, pero a fin de cuentas vacio, carencia de substancia, que malos poemas.
Larry Mejía