Leo Castillo



Mencionado por:

Fadir Delgado

Menciona a:

Ómar González Arrieta

Bio/biblio

Leo Castillo (Costa Caribe de Colombia, 1961)

Ha publicado los siguientes libros: Convite (Cuentos), Historia de un hombrecito que vendía palabras (Fábula ilustrada), El otro huésped (Poesía), (Cuentos con Ricardo Vélez Pareja), Al alimón CaribeDe la acera y sus aceros (Poesía), Labor de taracea (Novela), A la altura de tus heridas (Poesía-en la Red), Libro de mal amor (Poesía-en la Red)

Textos diversos, ensayos, traducciones, reseñas en Huellas (Universidad del Norte); La Plaza (Cartagena de Indias); El Universal (Cartagena de Indias); El Heraldo (Barranquilla); Diario del Caribe (Deasaparecido); Viacuarenta (Biblioteca Piloto del Caribe, Barranquilla), La Casa de Asterión (en la Red), Poetas del Mundo (ídem); Imaginería, etc.


Poemas

Empalado en un rayo

Tus dedos tocan tus dedos
tus ojos tus ojos ven
escuchando te escuchas
tu piel siente para ti.

El tajo de luz del medio día
hiende la creación:
la noche de anoche
la noche que vendrá.

Nada tan inmenso como un cocuyo
nada tan leve como el cosmos
a sí mismo sostenido entre tus manos titilando.

Desde el panorámico de los autos la luna
a través del ventanal
se pega al techo a frotarse el vientre.

Bocarriba en la soledad
ella
hacia ti
bocabajo baja.

Te vas
luego
con tres azotes de luz.

::


Los pasajeros

Irrumpen un día
en nuestra zona de riesgo:
—Me llamo Paco Nieto
el inquilino de arriba
y estoy a tus completas órdenes.

—Me llamo Diana
la reina de Bellas Artes
y me gana bailar y enloquecer.

—Soy tu querida María Eugenia
y te quiero
te quiero tanto Leo.

—Me llamo Ricardo, amigo mío
y te convido a fumar
de mi fantástico cigarrillo verde.

—A mi puedes llamarme Susana
pero págame antes mi amor.

Al otro día son espejismo y nostalgia
fantasmas borrosos enredados entre el gentío
que el tiempo hábilmente escamotea
y finalmente devora
con su habitual eficacia.

::


La indiferencia

El culo en tierra
delirante mendigo un escupitajo
que me honre el rostro.

Tus zapatos importantes
me patean en el cuello para que aúlle.

Me aconsejas
un motor 450
cuatro tiras de fibra de vidrio
y un objeto de plástico y alambritos para poder hablar
en voz alta
con invisibles interlocutores
mientras camino o conduzco sin ver
para que me puedas ver.

Si nunca llevo prisa
una palabra llevo para saludarte
saludar la vida a cada paso
y en mi celebración de la luz
soy una fantástica fiesta inaudible un fantasma
en tu corazón muerto.

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